Será?, no será?; seguro que será.

Último entrenamiento, pre-examen, para los futuros Kyus i Dan. Eso sí, antes de realizar la última prueba de dicho, una pequeña sesión de machaque con carreritas, saltitos, abdominalitas, etc., etc.

Acabado esto pusieron a los futuros examinandos frente al resto de la clase para que hicieran sus respectivos exámenes. Yo solo tenía ojos para el Maestro Jan, el cual realizó su examen sin problemas dignos de mención. Es decir que si el tiempo lo permite y la autoridad (que conste que no me gusta la fiesta de los toros pero si el animal en cuestión) el próximo sábado el Maestro será coronado, en su cintura de avispa, con el cinto que hace tiempo persigue y se merece.

El resto de examinandos realizaron también de forma correcta sus respectivos ejercicios, así que solo resta desearles suerte y tranquilidad para poder realizarlo con el éxito que se merecen por su constante trabajo.

Un abrazo y hasta el próximo artículo en este blog.

Sábado entreno lo bonzo.
Un calvario, eso un calvario. En principio se trataba de realizar el previo al examen del próximo 19 donde el Maestro Jan conseguirá (sin dudarlo) su primer Dan de una larga lista que vendrá a continuación. Pero no, no. Empezamos con las consabidas carreritas troteras por el tatami hasta que al Sihan se le ocurrió la genial idea de hacernos saltar, sprintar, reptar como serpientes multicolores (por los cintos y por el color de nuestras caras al congestionarse), etc.
Y aquello que debía de ser un entreno light se convirtió en un pandemónium de suspiros, bufidos y otros ..idos.
Suerte del Isostar que remedia algunas carestías, que no de la vida. El que no se trajo la benéfica bebida ni tampoco la ginebra hubo de contentarse (en castellano antiguo) con la exquisita y clorada agua de Barcelona; JA!
Bueno y acabamos. El examen lo tiene el maestro en “la butxaca” del catalán original (en el bolsillo), así que lechonas y lechones que me leéis preparar las felicitaciones para el día 19 pour le soir.
Abrazos y hasta el próximo artículo del blog.

Decididamente, Karate-do y calor no compaginan bien.

Y mira que se está mucho mejor con calor que con frio. Me gusta, el sol, nací en el Mediterráneo, que canta J.M. Serrat, me gusta ver a la gente disfrutar de sus benéficos efectos, pero esto de las artes marciales aplicadas en la canícula (y que conste que aún estamos en primavera), no cuadra mucho, no.

La prueba de esto fue la clase-sauna que realizamos ayer y en la que acabamos más de uno y de dos hechos fosfatina. Solo de pensar que hoy puede pasar la misma historia en clase de Ken-do me pongo a temblar. A todo esto hay que tener en cuenta un detalle. Las ventanas estaban abiertas de par en par. Si no hubiera ocurrido esto más de uno cae al suelo deshidratado. Además y para acabarlo de adornar el Sensei estuvo especialmente durillo en la clase. Bufff!!!!!

Con el Maestro Jan estuvimos practicando antes de clase su examen y casi me da un vuelco el “cuore” cuando le veo hacer un Bunkai de Bassai dai diferente. Aggghhh!!! Pensé, pero luego me aclaró que era para recordar de donde venía el movimiento que da lugar a su inicio de técnica. ¡Sussstooo!

Las rodillas hoy, flojas. Se nota que aún están resentidas de la clase de Iai-do del pasado viernes en la que machaqué bastante esta parte de mi fea anatomía. Así que los Mae-gueri, Yoko-gueri, etc pasaron a mejor vida.

Un abrazo y hasta el próximo artículo.